miércoles, 28 de marzo de 2012

Al humano.

A ti humano, que vislumbras a cada rato
con los sonidos de la natura,
a cada segundo sientes algo,
intentas expresarlo como intento yo.

Es adecuado de tu ser  sentir, al igual que todo,
intentas hacerlo pero a veces no puedes,
confundes y quieres ver sonidos,
o escuchar colores, cantar olores,
no encuentras contradicción, pero ahí está
siendo una parte de tu condición.

Cada trazo, cada letra que percibes,
me determinan, trato de decirte algo,
quiero entrar en tu conciencia,
acompañar tus emociones que tanto te dicen,
ser una pequeña parte de la contradicción que te persigue,
quiero con las palabras hacerte más humano.

Por Carlos Osorio.



lunes, 26 de marzo de 2012

El hombre.

Un hombre iba caminando por la calle y se calló, rodó por el suelo y terminó muerto. Y sí, leyeron bien “se calló” porque era periodista y lo habían matado.

Por Alan Santos.

domingo, 25 de marzo de 2012

Secreto

La soledad de la noche:
Infinita, fría y oscura
Sepultura.

El desgarramiento interior

De un alma doliente,
Agonía glacial y lacerante.

Los zarpazos invisibles y frescos,

El insoportable canto
Del viento.

Los recuerdos ya tan lejanos

De aquel profundo amor:
Reminiscencias del dolor.

Conforme transcurren los minutos,

Este abismo se acrecienta
Y me atormenta.

Aquí, fieramente deseando

La dulzura de tus caricias
Y tus risas.

En la soledad de la luna

Infinita, fría y sonriente
Confidente.

Por Olinmenkin Sosa.

jueves, 22 de marzo de 2012

Construcciones de ti

Imágenes de ti, como pixeles que se unen uno a uno.
Pasajes inventados por mis deseos de estar a tu lado.
Me inunda la desesperación de mis pensamientos,
quisiera no pensar más en ti, en mi idea loca de ti.

Me asfixia el hecho de no poder conocerte,
conformarme con la única posibilidad de inventarte.
Aunque por un momento fue real y te creí ciegamente,
ahora todo se esfuma como si todo hubiera sido un sueño.
Y mi cabeza cree haber perdido completamente la razón,
uniendo uno a uno los pedazos de nuestro momento,
como si toda mi vida te hubiera conocido.
Pero sólo sigo un fantasma, una sombra del pasado,
un hombre que sólo es real en su materia,
un hombre formado por comentarios de otros.

Por eso mismo he decidido dejarte, olvidarte.
Deshilarte de mis pensamientos y fragmentarte,
descomponer uno a uno, pedazo por pedazo:
Imágenes, ideas, tus manos, tus labios, tu pelo, tú.
Despojarte de mi cabeza de una vez por todas
y entregarme a la realidad de tu inexistencia…

Por Eva María

Ego tatum teneo ut ego teneo nusquam.

Embriagado por su sabor, disfruto,
es de los dioses y de los que lo escogen allá,
me eleva al cenit del entendimiento terrenal,
es lo último a lo que aspiraba,
no me imaginaba.

Ahora sé todo lo que no sabía,
la verdad absoluta ha llegado a mí,
la muerte me sienta bien.

Pero cuando sé la verdad absoluta de los vivos,
no sé algo de los míos,
llego a lo mismo que llegué allá,
a saber que sé nada acá.

Por Carlos Osorio

martes, 20 de marzo de 2012

También tenemos cerillos

Un corazón roto se cura con patadas, masking tape o a pisotones. A un dedo cortado se le sopla; un ojo morado, se pinta de azul. El dolor, escondido detrás de las paredes de nuestros actos, salta hacia nuestra cara de vez en vez y se prende a ella siempre por algunos días. Una muñeca torcida en domingo y un ardor al orinar. Una clase sin sentido y un sentido sin clase donde ordenarlo. Estamos rodeados de pequeñas dolencias. Enfermedades, reflexiones, refutaciones y caídas. Mordidas, carencia de ellas y un sentido del olfato al que todo le huele mal.

Yo no sé cuidar flores, pero sé cuidarte a ti.   

Mientras el cielo se dibujaba cada vez más lejos, tú y yo nos fuimos acercando. Mientras eso pasaba, todo el mundo nos volteó a ver. Sonrisa, la nuestra. De todo lo demás yo ya no sé nada, ni nadie. Tampoco nosotros. Tanto nosotros. Confundidos como estamos, tan seguros de saberlo todo, nos hemos adentrado en el más feliz de los laberintos; también ahí nos perdimos. El tiempo pasa y sin preguntar nos hizo adultos cuando comemos, niños cuando sonreímos y viejos cuando caminamos. Nos enseñó a dibujar un mapa y nos dio crayolas para rayarlo todo; también tenemos cerillos, por si lo queremos quemar.


Por López Lobo

jueves, 15 de marzo de 2012

Una enseñanza

Ambicioso de liberar a un pueblo,
un hombre lucha, desea justicia,
no encuentra otra manera,
las armas son su medio de poder,
muchos siguen su causa,
pero muchos son tal vez inútiles, necesita
a todos, pero todos están ocupados.

Los señores se enojan por sus actos,
amenazados, asustados y desesperados,
con gran fervor, claman su cabeza,
pero ahora muchos la defienden,
aún hay esperanza, incluso sin todos.

Se desata una batalla interior en todos,
sangrienta es la lucha armada,
una paradoja toda la sangre vertida en la tierra,
los hombres matan a su semejante,
quebrantando la ley animal,
todos cumplen una condena.

Mucho son derrotados,
capturado ha caído el ambicioso de libertad,
los señores se preguntan qué hacer,
cegados por su victoria,
su poder quieren dejar ver.

Todo parece oscuro a su alrededor,
todo produce un silencio ensordecedor,
el viento mismo se ha detenido para contemplar,
el sonido de varios disparos destruye la tranquilidad,
regresa aquel viento, hay murmullos en la lontananza,
y un luchador, hereda a su pueblo una enseñanza.

Por Carlos Osorio.

martes, 13 de marzo de 2012

Rompecabezas

Rompecabezas.   Acomodó las piezas con sutileza y cariño. Las ensambló. Las ajustó poco a poco en su debido lugar. Con ingenio colocó primero el centro y de ahí se fue a las orillas, a los extremos, hasta que al final, después de un largo tiempo, consiguió conjuntar todas las partes. Sonrió despavorido y triste. El cadáver de su novia estaba como nuevo: tan precioso y único como si siguiera con vida.   

Alan Santos

miércoles, 7 de marzo de 2012

Direcciones


En unidad, el hombre el efímero,

organizado, es más bien invencible

es cierto que también es sublime

pero sus excitaciones,

sus excitaciones, parte del mismo,

conducen al propio infierno.


Trastornado, el hombre ve todo igual;

una muerte, una felicidad,

tal vez sea juzgado como producto del mal

pero el demente es un en sí,

¡calla!, He dicho nada.


¿de dónde sacas el bien o el mal?

inventos del hombre que te hacen creer,

si convives con otros, todo debes aceptar,

depende quien mande, eso aceptarás,

si un demente te dirige, todo sea mejor, tal vez,

no todo mejor o todo peor, eso sólo será.




Carlos Osorio.