Es ella, la que mejor acompaña
La que me permite amar las cosas
Extrañar a los demás
Es quien viaja conmigo
Quien nunca me ha abandonado
La luna que le gusta girar conmigo
La ráfaga que mueve los molinos
Que talla las dunas, siempre discreta
Es el viento que nos vimos
Es la mentira que te hace cierta
Salto de piedra en piedra sobre piedra
Cada una cegando todo cuerpo en mi
Relajando los deseos que me llegan
Velando los pasos rotos que me envenenan como hiedra
Saltándome piedra por piedra sobre piedra
Lejano ya al dolor que no perdí
Y acercando todo lo que cedí
Asediado por la piel que nunca rendí
Raramente el camino que me lleva
Arrastrando las piedras en mi zapato
Que con suavidad me atrasan a mi destino
Por eso sigo, sigo para ir frenando
Sigo para no llegar a mi destino
En el camino que a ningún lugar me lleva
Donde el mar es menos profundo que las albercas
Estoy colgando en una noche clara como el agua
No te lo tengo que repetir,
sé que ves que estoy
Junto a ti
“Te veo colgando, te cuelgan por mi
¿Acaso tengo que culparme a mi para salvarte a ti?
Tu cara magullada, tu alma destrozada
Me deja un solo pensar; ¿qué tan hábil serás
Para haber terminado así?”
Tu me ves colgado, me colgué por ti
¿Necesitas que te recuerde porque llegué hasta aquí?
Siento el suelo, veo el cielo que ya nunca será azul
Siento la mirada de los ojos que robaron mi cielo
Suelto mis pies y me pregunto:
¿Porqué las cortadas no te duelen a ti?
El cielo cae, asi como caen los caballos
Asi como se rompen los pies y los rifles descargan la vejez
El camino truena cuando el sol ya no sale
Y las dagas no sangran después de que me rendí
Tu sabes lo que no sientes
Yo sé que no te mentí
Ya extraño los días en que el sol tapaba las nubes
Y el cielo brillaba como me gustaba a mi
el cielo cae y no das lo que dí
Tu me ves colgando, te veo colgando a ti
Me colgué por ti, no sabes que fue lo que perdí
Dejamos un asiento frio
Para en si olvidar
Solamente para recordar
Dejando de ver el suelo
Así es como vemos el cielo
Recordando los momentos en que te velo
Sólo así es como me puedo acordar de tus celos
Al principio te tengo
Sé de nuevo lo que es cedar el alma
Y bajarla del cielo aunque siempre desee huir
Mi cara siente el suelo…
Por fin aprendí lo que es saber
Es ya no tener miedo
Y dejar de cubrir lo que en ti anhelo
Ver lo oscuro
Ver tu sello
Ser sólo un recuerdo bello
Recordar que al final
Lo duro son los sueños
Por Sebastián González de León y León.
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