Lo
nuestro es como un viaje sinuoso
Obstáculos,
caricias, inocentes coqueteos
Un
amor joven, pero de tiempo canoso
Pasatiempo
hermoso de caracteres alborozos.
Asaltaste
mi mente, pletórica de imágenes lozanas
Besos
en una fiesta, abrazos en mi cama
Me
curas la adustez, la languidez de las mañanas
Esposa
de mis deseos, del corazón… mi ama.
Nos
conocimos en la cuna, el nadir de la vida
Un
matrimonio arreglado, mi más grande bendición
Infantes
de piel nívea, y de adultos, amantes de vocación
Nuestros
cuerpos en la alcoba, nuestras almas, en una cima alumbrada.
Después
de un pacto ríspido y aleve con los dioses
Les
pedí que arreglaran un breve rencuentro
Segunda
oportunidad, para unir nuestras pasiones
Y
pergeñar un futuro de nuestros mundos en el centro.
Ahora
eres madre, mujer digna y valiente
¿Frente
a ti, quién soy yo sino un gran idiota con suerte?
Pero
escucho perfectamente el mensaje del viento:
“Pelea por ella, amigo mío, que M. es tu
felicidad”: así es hermosa M.; eso es todo lo que siento.
Por Ur el Goliardo.
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