Puedo escribir los versos más nuestros este día.
Escribir, por ejemplö: "El sol esplende al cielo,
Y revuelan, doradas, las aves, a lo lejos."
Los capullos en flor se reabren al viento y danzan.
Puedo escribir los versos más nuestros este día.
Yo lo quiero, y a veces él ya también me quiere.
Largos días como este lo tengo entre mis brazos.
Y lo beso mil veces bajo el cielo infinito.
Cuánto me quiere, es cierto, así también yo lo quiero.
Cómo no amar la luz de sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más nuestros este día.
Pensar que siempre es mío. Sentir que no se aleja.
Oír el día inmenso, más inmenso con él.
Y el alma brota en versos como el árbol al ámbar.
Qué importa que mi amor no consiga guardarlo.
El día está en parvada y él está aún conmigo.
Eso es todo. En nosotros alguien canta. En nosotros.
Mi alma se abre contenta con tenerlo a mi lado.
Como para gozarnos mi mirada lo encuentra.
Mi corazón lo encuentra, y él está aún conmigo.
El otro día que cobreará los otros árboles.
Nosotros, los de ahora, aún seremos los mismos.
Cuánto lo quiero, es cierto, cuánto más lo querré.
Mi voz se abrasa al aire para encender su oído.
Tú mío. Serás mío. Tan siempre de mis besos.
Tu voz, tu cuerpo terso. Tus ojos abismales.
Cuánto te quiero, es cierto, que tan mío te quiero.
Es eterno el amor, y es tan corta la vida.
Porque en días como este te tengo entre mis brazos,
Mi alma se abre contenta con tenerte a mi lado.
Aunque este sea el únicö amor que alguien me inspira,
Y estos sean los versos donde habitemos siempre.
Escribir, por ejemplö: "El sol esplende al cielo,
Y revuelan, doradas, las aves, a lo lejos."
Los capullos en flor se reabren al viento y danzan.
Puedo escribir los versos más nuestros este día.
Yo lo quiero, y a veces él ya también me quiere.
Largos días como este lo tengo entre mis brazos.
Y lo beso mil veces bajo el cielo infinito.
Cuánto me quiere, es cierto, así también yo lo quiero.
Cómo no amar la luz de sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más nuestros este día.
Pensar que siempre es mío. Sentir que no se aleja.
Oír el día inmenso, más inmenso con él.
Y el alma brota en versos como el árbol al ámbar.
Qué importa que mi amor no consiga guardarlo.
El día está en parvada y él está aún conmigo.
Eso es todo. En nosotros alguien canta. En nosotros.
Mi alma se abre contenta con tenerlo a mi lado.
Como para gozarnos mi mirada lo encuentra.
Mi corazón lo encuentra, y él está aún conmigo.
El otro día que cobreará los otros árboles.
Nosotros, los de ahora, aún seremos los mismos.
Cuánto lo quiero, es cierto, cuánto más lo querré.
Mi voz se abrasa al aire para encender su oído.
Tú mío. Serás mío. Tan siempre de mis besos.
Tu voz, tu cuerpo terso. Tus ojos abismales.
Cuánto te quiero, es cierto, que tan mío te quiero.
Es eterno el amor, y es tan corta la vida.
Porque en días como este te tengo entre mis brazos,
Mi alma se abre contenta con tenerte a mi lado.
Aunque este sea el únicö amor que alguien me inspira,
Y estos sean los versos donde habitemos siempre.
Hernán Sicilia (22)
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