cierro mis ojos
y escucho.
Esos martillazos en el techo,
que se alejan con un golpe.
Y mientras tanto imagino
como, atareado, mi vecino
corre de pared a pared.
Y mientras duermo
siguen los ruidos
siguen, los ruidos
Y miro, siento,
vibra lo que sueño
con los golpes marchantes de mi techo
Y sueño que salto de rama en rama
como cuando era joven Tarzán.
Y me pego en el pecho
Hasta caer de mi cama
Tirado en el suelo
Despierto con un golpe
Y lo sigo escuchando
Golpe con golpe,
golpe con golpe
Hasta que mi corazón
Lo deja de escuchar
Y es mi corazón intenso
El que me mantiene despierto.
Por Sebuscapé.
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