Cuéntame, mula tuerta,
castrada de las garras,
tus fieras ocasiones.
Muestra las pezuñas intactas
largas que lastiman,
mula tuerta prieta,
acabada de bañar te paras,
al frente de mi cara rancia
con tus barbas quemadas,
con tus dientes con sarro.
Mal vista es tu cresta,
tu patilla hasta los codos
es una cochinada.
Puerca, muévete del paso,
ahí está bien, mija, estorbando.
¡Burrrrrra! te gritan los que ignoran
tu mundo bello enlodado.
No me suena la palabra distopía,
ni tu demencia me vuelve loca.
Sólo tu carita demacrada
se revuelve con las heces hechas polvo,
volando con viento que se mete en la boca.
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