martes, 17 de febrero de 2009

Ser

Se deja de ser para ser,
No se existe sin cambiar,
No se existe sin crecer,
Es algo que tenemos que tolerar.

Nunca hay más que ofrecer,
Sólo un caballo y un pie roto,
Sólo un camino sencillo,
Con una vista majestuosa,
Y un arma rota,
Que te pierde en la insensatez y en la razón,
En las mujeres y en uno mismo.

Ver cómo se cae el cielo,
Cómo muere el amor,
Cómo el agua nos aplasta,
Cómo la curiosidad nos mata.

¿Quién dijo que las mariposas viven poco?
¿Quién dijo que soy único y que en el fondo vivo para siempre?
Sólo uno más, al igual que los demás
Al igual que lo que sentí ayer
Y lo que no sentiré mañana.

Ya sabemos el final,
Es cruel y bello a la vez
Pero por más miedo que provoca,
Siempre lo queremos ver.


Por Sebastián González de León y León.