Es de noche en la ciudad.
Las luces nocturnas se
elevan en el cielo.
El manto grisáceo no
permite admirar las estrellas.
Y el corazón palpitante de
hombres como yo, sufre.
Es de noche en la ciudad,
El paisaje nocturno se
torna sombrío, gris.
El silencioso grito de mi
alma no se oye,
se desvanece con los
ruidos insaciables de la urbe.
Sentir que te he perdido,
Llorar que no te tengo.
Es de noche aquí y en mi
cuerpo,
en mi ser tan duro y
triste.
Como no haberte adorado en
la ciudad,
Si tú eras la capital de
mi Estado,
El centro dulce de mi
universo,
de todo lo que he anhelando.
A quién diablos podrá
importarle que no estés conmigo,
Si es de noche en la
ciudad y la gente vive.
Es gente que sufre la
cotidianeidad,
y se olvida del mundo.
No sé si yo pueda olvidarme
de ti,
de tus caricias bajo un faro
de luz destellante.
Es de noche en mi ciudad,
Y es de día en el campo,
en la delicada pradera de
tu alma libre.
Solo deseo que,
después de largas noches
en vela,
encuentre por fin,
la serenidad del
crespúsculo.
Alan Santos