jueves, 27 de septiembre de 2012

Ríos


Los ríos como gargantilla
pasan por tu cuello,
se sostienen con el broche
de tu hueso.

Los ríos de tu cuello
se resbalan
y yo no los recojo con mi boca,
no humedezco mis sentidos
porque no quiero
seguirle la corriente
a tus ríos.

Se me hace mar la boca
por que desemboquen 

los ríos manantiales
en tus pechos,
corazón diamante que los cubre.

Tus ríos son la lumbre.

Se me quiebra la voz
de querer servirte,
de poder tomar 
de tus ríos que me sirvas.

Que me convides de ellos,
los ríos de tus cabellos

recubren hasta el vientre.

Se me tiemblan las piernas
por rogarte
que me dejes ser pez
o que me mates.

Cimbran mis lagrimales
de querer llorarte
por tus ríos 
y por tu sangre,
por tus muslos que sostienen
estos muslos,

de mirarte
esos senos apretados 
y distantes.

Nuestras mentes
nuestros ríos,
pubis,
distracción...

ríos.

Sueños
de tener tus manos chuecas 
en mi espalda
y saber tu saliva...

tus ríos.

Lejos de tenerte 
enamorada,
lejos de la nada...

tus ríos.