Solemne fricción que en mi corazón no carece
Dormiré hasta ver el día en que te levantes.
Los coros de mi bélica búsqueda por las selvas vacías
No nos descansan en los brazos que en mente vuela
Libres de libertad, libres de amor, libres de razón;
Hoy mis deseos descansan en punta de cuchillo
Mañana detrás de una cabeza vaciada de plomo
Mis ideas encajadas y entubadas por las promesas,
Velan mi razón de los mundos infinitos que piden paz.
Explota volcán que sólo duermes, explota arteria que
Más que permisiva, tonta y apenada.
Llora lágrimas de amor por la sangre derramada
Y ruega por un rojo ser.
Detállame mis labios antes de partirse por el beso de la pólvora,
Esconde mi corazón y no dejes que explote con furia por nuestros enemigos.
Mal obrados que se esconden detrás de placas metálicas
Refugiados con las cabezas que pierden los rostros humanos,
Ya que frágil es el cráneo que se rompe con simples balas, no con las ideas que mueven los cimientos en el alma.
Despierta ya querida fricción, despierta,
más no dejes de soñar
Sueña, y nunca olvides,
Existe quien puede amar.
Por Sebastián González de León y León.
