martes, 25 de septiembre de 2012

Estaca blanca

No son tus labios, ni los besos que das con ellos
Ni aquellos ojos blancos con los que sonríes.
Es el fallo que me das por historias o lenguajes,
Las formas que nunca pierden tus distintas mentes.

Eres un imperio que no domina
Sino uno de los que promete
Las noches de choques y crónicas de la vida
Eres el marciano en mi cabeza
La estaca blanca que perfora.

Mi mujer asesina que te vendes
Y sin ti nadie sería
Ni en las fiestas
Ni con la familia

Estás en mi mente
Y tu olor es un deleite
No puedo dejar de ser
Si no hay quien me calcina

Me encantas
Pero estoy en la clínica
Y por eso escribo,
en vez de meterme cocaína.


Por Sebastián González de León y León.