domingo, 9 de septiembre de 2012

Te siento


Lo nuestro es como un viaje sinuoso
Obstáculos, caricias, inocentes coqueteos
Un amor joven, pero de tiempo canoso
Pasatiempo hermoso de caracteres alborozos.

Asaltaste mi mente, pletórica de imágenes lozanas
Besos en una fiesta, abrazos en mi cama
Me curas la adustez, la languidez de las mañanas
Esposa de mis deseos, del corazón… mi ama.

Nos conocimos en la cuna, el nadir de la vida
Un matrimonio arreglado, mi más grande bendición
Infantes de piel nívea, y de adultos, amantes de vocación
Nuestros cuerpos en la alcoba, nuestras almas, en una cima alumbrada.

Después de un pacto ríspido y aleve con los dioses
Les pedí que arreglaran un breve rencuentro
Segunda oportunidad, para unir nuestras pasiones
Y pergeñar un futuro de nuestros mundos en el centro.

Ahora eres madre, mujer digna y valiente
¿Frente a ti, quién soy yo sino un gran idiota con suerte?
Pero escucho perfectamente el mensaje del viento:
“Pelea por ella, amigo mío, que M. es tu felicidad”: así es hermosa M.; eso es todo lo que siento.


Por Ur el Goliardo.