miércoles, 17 de octubre de 2012

Poder.

Inhabitable es su aliento que se eleva
a la proeza de los hombres
ávidos de ejercer poder.

Ese iracundo y enfermo
sentimiento de ejercer,
de correr y arrazar,
de forcejear y restregar,
de caminar con todos atrás.

Pero todos somos
y lo ejercemos, lo hacemos,
lo moldeamos, lo delegamos,
codicia y avaricia por él.

Calla y espera pasar,
cuando esté, tómalo,
ejércelo, camina,
corre, arraza y vuela.
¡Y cuidado!
de que él no te ejerza,
por que habrás dejado
de ser hombre virtuoso
para ser un pedazo de todos.

Por Carlos Osorio.