martes, 30 de abril de 2013

Illusive Man



Empezaré por tus pies,
grandes y delgados como tú;
tus piernas largas, palidecidas,
por el uso de pantalones ajustados.
Eres alto, que es tan difícil escalarte.

Brazos escuálidos, casi de piel pegada al hueso
tus muñecas, que dejan ver tus venas.
Y tus manos, ¡Oh tus manos!  Tan grandes y de dedos largos;
son las mejores manos que he tomado.

Tu cuello que deja ver el fruto prohibido,
asomándose sólito, por voluntad propia.
Me he sorprendido al ver tu mentón, cubierto de hormiguitas
que llegaron a habitarte, de pronto.

Tu cara, que no me canso de mirarla;
y no bastan mis palabras, ni la tinta de esta pluma
para describirla.