Quise pensarte, mujer misteriosa
Para así, regocijar mis sentidos
Más de la tierra se escucharon ruidos
Que tachaban mi conducta afrentosa
II
Quise mirarte, niña esplendorosa
Por curar mis sentimientos heridos
Pero me son privilegios prohibidos
Por que la tarde se volvió lluviosa
III
¡Tan ingenuamente traté de hablarte
Pretendiendo disfrutar tu sonrisa
Que el día se volvió noche con prisa¡
IV
Mejor no intentaré nunca besarte
Porque Dios, al ver que de amor te inundo
Entonces puede destruir el mundo
Pero me son privilegios prohibidos
Por que la tarde se volvió lluviosa
III
¡Tan ingenuamente traté de hablarte
Pretendiendo disfrutar tu sonrisa
Que el día se volvió noche con prisa¡
IV
Mejor no intentaré nunca besarte
Porque Dios, al ver que de amor te inundo
Entonces puede destruir el mundo
Por Esteban Jiménez.