jueves, 26 de abril de 2012

Extraña Marea


Extraña marea,
te ruego no dejes de
existir.
Más aún,
te ruego no dejes
deducir cada
engrane de tu insoluble presencia.

Extraña marea,
¿cómo has logrado adentrar
tus infernales silencios dentro
a mi vida?
¿Con qué
permiso,
qué solicitud,
qué creencia ocular?

Extraña marea,
¿deseabas, tal vez,
mirar la destrozada
sonrisa?
¿Deseabas, tal vez,
nutrir tus voraces ansias
del porvenir ficticio?

Extraña marea,
te ruego no dejes de
existir.
Más aún, te ruego alejar,
desubicar aquellos tus infernales silencios
dentro a mi vida.
Te ruego, también,
cristalizar aquellas tan tuyas voraces
ansias del porvenir.

Por Lucía Labra.