sábado, 11 de agosto de 2012

Piedra negra sobre una piedra blanca

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmero me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

Por César Vallejo  (1892-1938).

De cierta alma

Número Uno

Tsssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
tsssssssssssssssssssssssssssssss tsssssssssssssssssssssssssssssssss srrrrrrrrrrrrrrrrr.

(sonido de “ese” por tiempo indefinido)

Esto NO ES silencio.
El silencio no suena a nada
Ligero como el alma
Pero que cursi, pero que in verdadero, hablando de lo que nada sé
De lo que nada se sabe
de nada
del alma.

Número dos.

Sutil como el alma
Me quedo sin aliento
Tantos humanos
El suelo. vacío en mi estómago.
El miedo. Ya no puedo compartir. Somos Tantos tantos tantos tantos.
No puedo.
No hay tanto. Para\dar.

Número tres.

Aire.
Si hubiera menos
Y menos gravedad
Si fuésemos capaces
De ser más ligeros
Resistirnos Entonces tomaría tu mano.
Nolopensaríanolojuzgaríanomedetendría
Tomaría tu mano
Un par son grandes saltos.

Cuatro.

Montón
De labios murmuran
Palabras ajenas
Al mundo mío suyo tuyo y nuestro.
Puedo y creo desear creer, más es
Imposible.
Cuidado desgano.

Cinco.

Reflejo, impostado
Productos de la tecnología
La vida nunca ha sido blanco y negro
Algún viejo ha soportado el desierto.

Seis.

Estoy corriendo
Me asusta
Hoy no es poesía
Es foto
No estoy corriendo
Mis pies cuentan un cuento.

Siete.

Si yo te dijera
No vuelo pues me pesan todos
Y cada uno de sus seres
Más grande del mundo la ciudad
Sus habitantes me pesan
Me pesan
Me pesan
Pasar la tijera.

Ocho.

¿Por qué no puedo parar de hacer esto tan mal?

Mariana Montero López.