jueves, 30 de agosto de 2012

Das tu sangre

Mujer, que me das tu sangre
mestiza, perfumada.
Mujer, que te manchaste
con la mancha de tu cuento,
el que te tuvo helada.

Mujer, ya no me tumbes
si te hace falta 
un desvelo, una bofetada,
una mano, una mirada.

Haz tu cuenta
abriendo tu ventana,
haz de cuenta
que no te he dicho nada.

La flor púrpura
de tu pie
en tu planta te reclama
con flecos en la frente
sentada en la morada.

Mujer, si mientes,
no se te entiende nada.

Mujer, 
tú me dijiste 
sobre la leche amarga,
envenenaste nuestro ambiente
con tu locura sabia
provocaste los ríos
que de nuestros ojos salieron,
nos contagiaste tu rabia.

Mujer, el ayer
compone una alborada,
mujer, haz tu cuenta,
mujer, abriendo tu ventana
haz de cuenta
que no te he dicho nada.