viernes, 28 de septiembre de 2012

Soneto XXI

I
Como mil flechas salen de mi boca
Dulces palabras hacia tus oídos
Que escuchan apenados esta loca
Confesión de mis amores prohibidos

II
Con la fuerza del cielo mi alma toca

Degusta y estremece tus sentidos
Y en tus mejillas un cambio provoca
De tonos albos a rojos encendidos

III
¡Ay Divina! La sangre tan bendita
Que tus mejillas colorea suave
Mejor debiera correr infinita

IV
Ágil, libre, cuanta en tus venas cabe
Para dar aún mas vida a tan bonita
Hija de Amor y de alegría llave

Por Esteban Jiménez.