jueves, 1 de noviembre de 2012

Ésta es la muerte de su sombra


Ésta es la muerte de su sombra
de la que estaba harto ya.

Cuidadosa espuma que se eleva
por la pura molestia y alevosía 
de haber asesinado,
de ironía y de pecado.

La muerte de su densidad soberbia
que enmascaraba las habitaciones,
y que nublaba la vista y los sueños
y los mundos.

Descontrol de esfínteres,
desefrenado trote de caballos
y cabellos rotos y venas rotas.

Es la muerte de su mugre,
de su mirada sin fin
y de la emergencia de querer salir corriendo,
emergencia de querer morir.

Paseos por los sueños.

Tan en sueños me encontraba, 
por el monte de Venus caminaba,
probaba tu sabia y regocijaba,
como un pez en el agua viajaba
contento de estar de vuelta en casa.

Me agito y sudo vapor espeso 
que humedece el árido ambiente,
llenamos de amor la vasija
que nos retiene con firme 
sutileza empapada de predilección.

Finalmente hay algo grande,
pasea por nuestros pensamientos
un sin fin de emociones brotantes,
nuestros sentidos exaltados
no pueden ver más allá
de aquello que hemos plasmado,
descansamos en el seno de ambos
y hoy nos hemos vuelto uno, 
aproveché todo el momento 
para dar mi vida en tu cuerpo.