lunes, 6 de agosto de 2012

Consejos de Taberna (I).


«Amigo deja de seguir a esa dama, hay muchos peces en el mar». Dijo un hombre a otro hombre, que desde ese día se embarcó decidido, en un pesquero. El hombre recorrió motivado todos los océanos y mares conocidos, tratando de hallar por fin, aquel pez colorado que lo esperaba en algún recóndito lugar del mundo acuático.

Quizás lo encontraría en la calidez  tropical de un islote del caribe, o posiblemente en la insólita frialdad de los mares polares. No lo sabía. Pero si de algo estaba seguro el hombre timorato –ahora noble pescador–,  era de que a pesar de las adversidades de la vida, se encontraría con el pez de su destino al mirarlo a los ojos: no importando si éste resultara ser un tímido y saltarín salmón, o una agresiva barracuda esperando a su presa, en las turbias y misteriosas aguas del Mediterráneo.

Alan Santos.