domingo, 27 de mayo de 2012

Atardeceres


esconder tu cabello cual figura imaginable.
complacer con descaro deseos irregulares.
simplificar cauces del diluvio verdadero en colores di-vagantes.
clarificar los silencios de lacónica agonía.
irregularidad poco estudiada, poco solidificada.

A cambios insistentes,
alucines mareadores.

porque todos, todos nos escondemos tanto que, en soledad, la veracidad es inexistente.
entonces, aquellas imaginables personalidades son las que caben.

No tú, jamás
tú. No yo,
jamás yo.

agitemos de nuevo todo, juntemos cual ajeno amanecer propio, mismo.
ya la atención será, pues, tan equívoca.
no existirá distinción.

Sin distinción, escondites no
hay más. Calor, calor
eterno. Porque todos,
todos
nos escondemos.

Por Lucía Labra.