jueves, 14 de febrero de 2013

Especial de San Valentín



Poema 15. Por Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
Emerges de las cosas, llena del alma mía
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
Y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable con tu silencio
Claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

De anónima para Javier Portugal.


Táctica y Estrategia. Por Mario Benedetti

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.



De anónimo para Ale Sánchez Díaz.


Un día.

Un día normal, que estaba como aragán:
la vi ese día, junto a una persiana,
no me atreví a preguntarle su nombre,
pero me enteré que se llama Diana.

Imponiéndose como un edificio
como la arquitectura de Barragán,
me vio y me sonrió aquel día.
No me atreví a verla y me voltee enseguida.

No te volví a ver,
ni tu bella sonrisa complacer
ojalá un día, que me encuentre
solo, junto a tu persiana
te pueda volver a ver
Mi querida Diana.

De N. para Diana Barragán.

Para Sandra Sofía Sánchez de Comunicación

Eres como un pajarillo
cuando ríes,
eres linda
cuando te apenas

Inspirada eres mejor
que cualquiera,
pues tú Sandra, me encantas

Por Anónimo.

Que se cierre esa puerta. Por Carlos Pellicer

Que se cierre esa puerta
que no me deja estar a solas con tus besos.
Que se cierre esa puerta
por donde campos, sol y rosas quieren vernos.

Esa puerta por donde
la cal azul de los pilares entra
a mirar como niños maliciosos
la timidez de nuestras dos caricias
que no se dan porque la puerta, abierta…

Por razones serenas
pasamos largo tiempo a puerta abierta.
Y arriesgado es besarse
y oprimirse las manos, ni siquiera
mirarse demasiado, ni siquiera
callar en buena lid…

Pero en la noche
la puerta se echa encima de sí misma
Y se cierra tan ciega y claramente
que nos sentimos ya, tú y yo, en campo abierto,
escogiendo caricias como joyas
ocultas en la noche con jardines
puestos en las rodillas de los montes,
pero solos tú y yo.

La mórbida penumbra
enlaza nuestros cuerpos y saquea
mi inédita ternura,
la fuerza de mis brazos que te agobian
tan dulcemente el gran beso insaciable
que se bebe así mismo
Y en su espacio redime
lo pequeño de límites distancias…

Dichosa puerta que nos acompañas
cerrada, en nuestra dicha. Tu obstrucción
es la liberación de estas dos cárceles;
la escapatoria de las dos pisadas
idénticas que saltan a la nube
de la que se regresa en la mañana.

De anónimo para Paulina Mandujano.

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