viernes, 21 de septiembre de 2012

Subversiva (II)

No sé cómo he despertado. 
Días y días varios son ya cual he fundido mi cuerpo con sobredosis 
de licor más medicamentos. El sueño me consume, se consuma y activa deseos de dormirle siempre. 
Todo silencio, pájaros lejos. Muy lejos.
Yo, mi eterno país sin nombre, sin sonda. Yo, mi eterno secreto amado. Siempre.

¿Por qué? 
¿Cuál es la razón del aumento temporal conforme se crece? ¿Por qué? 
Habíamos de ser vacíos y entonces eternamente bellos. Qué no es posible, tan sólo perdurar sin cambio, sin remedio, sin miedo, sin desorbitantes sucesos. 
Tan sólo olvida, tan sólo vida sin
más.

Por Lucía del Carmen Labra Vázquez.