jueves, 10 de enero de 2013

De los meses y las horas


Muriendo 
de moretones
de maratones de mordidas.

Moribundo
de murmurios 
de los muros que me oyen.

De madrugar a medias noches con morenas,
de merendar con madres mandonas
mermelada y mandarinas.

Y de morir más 
en la medida en que más te voy amando.
Y de permanecer muda,
callada de las muelas y las manos.

De mi mugre muero
y de mi mala gana,
de mi mal aliento
y mis pómulos marcados.

De sentirte en la mandíbula,
en la médula y en las mamas.

Y de no poder mirarte 
y mantenerme aislada.

De no merecer tu miembro,
y que merezcas con mi sexo el mundo entero.

Y mientras te lamo a solas,
me olvido de la muerte en que mi mente mora.

Y como a un molde, 
te acaricio el cuerpo morbosa,
y en los minutos míos, me vengo
y termino por fin muriendo.