jueves, 20 de septiembre de 2012

La cintura


Dejo mi afición 
a mis pieles 
y pliegues
irregulares
y deformes,
me olvido 
del vientre rugoso
de los calzones de niña
del ombligo profundo
que tú quieres.

Me aferro 
a mi pelo
de sirena
que me cubre
la cintura,
a la cola
de un silencio
que se asoma,
que resalta
un hueso,
al pezón 
imperceptible
y horadado 
a mi axila mojada
a ti aquí
a mi mirada 
dudosa
de olvidarme
de mis marcas
y entregártelas
me aferro

a estar despierta
a mi olor a cuerpo
a tu beso a mi alma
de lengua
y de gastritis

a mi axila mojada
a ti aquí.