domingo, 14 de abril de 2013

Algunas batallas


Ten mi lealtad
y ten mis palabras,
pues es admirable
tu sonrisa y carisma,
aún después
de tu primera gran batalla.

Me gustó cuándo,
Cuando como dos perdidos
Caminábamos
Y pensábamos que había
Un rumbo lejos de la soledad

Me gustó ver cuando te reías con júbilo
mientras te seguía más perdido
que la botella de mezcal,
los cigarros y las cervezas
confundidos como los traidores
buscándose dentro de mi propio cuerpo

Admiro tu primera,
Admiraré tu segunda
Y admiraré cualquiera
De tus batallas,
Aunque quizás una de esas sea conmigo.

Donde nuestros ejércitos
Armados por bondad,
maldad y alegría; tristeza,
Sueños abandonados,
decepciones y vergüenzas
escondido en nosotros
asalten desde las sombras,
desde los arbustos
en tu campo de batalla,
A mi propio ejército emborrachado.

Pues mientras, tú eres mi mejor compañía,
De esas que no tienen que decir nada.
Porque tus ojos dicen más
De todo lo que me podrían decir tus palabras
De todo lo que podrían decirme tus abrazos.

Para mi eres transparente
La guerrillera transparente,
Que luchas con sonrisas
Y ojos de vidrio cuando te ganan tus palabras

Puedes estar conmigo ausente
caminando como desquiciados
en un día 13 de mala suerte
que (curiosamente)
ha sido la mejor que hemos tenido.

Por eso, quédate con mi lealtad
Y busca mis palabras
Pues por lo menos éstas
Ya son tuyas.
Y algún día te servirán
en algunas de tus batallas.



Sebastián González de León y León (14/4/13).

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